Economía 

Colombia es uno de los países más desiguales del mundo, según el Banco Mundial

La contribución del sector privado es esencial para reducir las desigualdades y enfrentar el cambio climático.

De acuerdo con el más reciente informe del Índice de Inversión Social Privada, durante 2023, en Colombia la inversión social proveniente de las empresas fue de 3,7 billones de pesos.

Empresas como Cruz Verde, implementan diversas acciones orientadas a fortalecer el tejido social, reforzando su compromiso corporativo con la sostenibilidad y la equidad.

Febrero de 2025 – El nuevo indicador del Banco Mundial, creado para medir la desigualdad, posiciona aColombia como uno de los países más desiguales del mundo, superando el promedio global. Este panorama, junto con la aparición de desafíos ambientales, evidencia la necesidad de contar con el respaldo del sector privado para construir una sociedad más equitativa y sostenible.

La participación del sector privado no solo es beneficiosa, sino esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que incluyen la reducción de desigualdades y la protección de los recursos naturales. De acuerdo con el más reciente informe del Índice de Inversión Social Privada, durante 2023, en Colombia la inversión social proveniente de las empresas fue de 3,7 billones de pesos, destinados al desarrollo de la sociedad y la ejecución de prácticas sostenibles que beneficien a las comunidades.

Por otra parte, problemáticas como el calentamiento global se relacionan con la desigualdad, al exacerbar las diferencias sociales y económicas existentes. El informe de disparidad climática, publicado por el Laboratorio Mundial de Desigualdad, alerta que las comunidades con menos recursos y más discriminadas tienen menos herramientas para responder a desastres naturales. Por esta razón, es fundamental que todos los sectores, incluyendo a las empresas, contribuyan ante emergencias ambientales y actúen para reducir los efectos del cambio climático.

Un compromiso tangible

Para generar un impacto positivo y sostenible en comunidades vulnerables, las empresas deben liderar iniciativas sociales y ambientales que prioricen el bienestar colectivo, fomentando el desarrollo en las regiones más necesitadas. Un ejemplo destacado es Cruz Verde, pues durante 2024 implementó diversas acciones orientadas a fortalecer el tejido social, reforzando su compromiso corporativo con la sostenibilidad, el bienestar comunitario y la equidad:

  • En respuesta a la crisis ambiental que vivió Colombia el año pasado, con más de 750.000 personas afectadas por emergencias naturales[4], la compañía se unió a los esfuerzos de ayuda, donando productos de higiene y primeros auxilios a la Cruz Roja Colombiana para fortalecer su capacidad de respuesta. Además, apoyó la formación de futuros profesionales de la salud con la donación de insumos médicos a estudiantes de enfermería.
  • Contribuyó con más de 85.958 unidades de productos, avaluados en más de 1.600 millones de pesos, a organizaciones humanitarias y entidades gubernamentales (como el Banco de Alimentos y la Alcaldía de Sibaté), con el fin de fortalecer sus capacidades logísticas y favorecer a las comunidades que reciben atención, beneficiando así a 141.430 personas de manera directa.
  • Donó 1.920 productos como juguetes, kits escolares, libros y botiquines a aliados como Fundación Solidaridad por Colombia, Fundación Hospital HOMI, Fundación Niño de Piedra, entre otros.
  • Cruz Verde, Medicarte y organizaciones aliadas como Fundación FEMSA, Micetectura, Fundación Proyecto Unión, Fundación Natura y Universidad EAN realizaron 15 jornadas de voluntariado, que incluyeron más de 1.507 horas de trabajo y contaron con el apoyo de más de 280 colaboradores. Estas acciones, que incluyeron actividades como siembras de vegetación nativa, construcción y limpieza de espacios públicos e iniciativas de bienestar y salud, impactaron directamente a más de 5.900 personas en Bogotá, Medellín, Cali y Soacha.
  • La organización participó en la Caminata de la Solidaridad para beneficiar a comunidades vulnerables, en el programa educativo para la paz “Semillitas”, y en la entrega de obsequios para la niñez; con la ayuda de diversos aliados como Fundación Solidaridad por Colombia, Fundación Cardio infantil, Instituto Cancerológico, entre otros.

Lecciones para el futuro

“Sinergias como estas, entre diferentes actores, facilitan la reducción de desigualdades y garantizan que ninguna población quede desatendida en momentos de necesidad. Dotar de insumos necesarios a organizaciones humanitarias y trabajar de la mano con ellas para llegar a más comunidades, no es solo un acto de apoyo, es un compromiso con el bienestar y la salud de los colombianos”, aseguró Claudia Sterling, vicepresidenta de Asuntos Corporativos y Comunicaciones de Cruz Verde.

Finalmente, ante desafíos sociales y ambientales, es crucial adoptar soluciones integrales y de largo aliento. Los esfuerzos de las compañías por apoyar estas causas no pueden ser exclusivas de un único sector económico ni responder a acciones espontáneas. Solo a través de una colaboración auténtica será posible garantizar un futuro en el que todas las comunidades tengan las mismas oportunidades.

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